Esto es una pareja que llega de un paseo romántico a la casa de ella, se apoya en la pared y él le dice a ella:
- Anda María, chúpamela un poco. Y dice ella:
- No, que a mi no me gustan esas cosas, y dice él:
- Pero sólo una vez. Y ella:
- Que no.
Y así toda la tarde hasta que baja un niño y le dice al hombre:
- Que dice mi padre que si quiere se la chupa él, se la chupo yo, se la chupa mi abuela, que se la chupa hasta el gato, pero ¡por favor!, ¡QUITE LA MANO DEL TELEFONILLO!.